Depósitos

Cuando elegimos el depósito de combustible de un velero o embarcación, solemos olvidar la importancia de realizar determinadas labores de mantenimiento para garantizar el perfecto funcionamiento de nuestro navío en su totalidad.

El depósito de combustible para barcos es una pieza en cuyo interior es habitual que se produzca la acumulación de algas y microbios, los cuales, tras colarse a través del aire, encuentran en este espacio un clima idóneo para su perfecto desarrollo.

Este tipo de microbios podrían dañar otras piezas de nuestra embarcación, como los filtros, por lo que no debemos olvidar limpiar el depósito de gasoil náutico cada cierto periodo de tiempo, siempre mediante el material necesario de protección (mascarillas, guantes…) que eviten el contacto nuestra piel con los restos de combustible acumulados.

Además de las labores básicas para el correcto mantenimiento de esta pieza, las cuales variarán en función de la frecuencia y utilidad que hagamos de nuestra embarcación, es importante saber que existen diversas labores preventivas para alargar la vida útil de los depósitos de gasolina homologados que encontrarás en el mercado náutico, algunas de ellas detalladas a continuación:

NIVEL DE GASOLINA

Como norma general, es recomendable que el depósito de combustible para barcos se encuentre siempre por encima de la mitad de su capacidad. De esta forma, el espacio para el oxígeno en su interior se reduce de manera considerable, y con ello la posibilidad de desarrollo de bacterias cuya transmisión se realiza a través del aire.

A este respecto, los sensores de nivel de gasolina para barcos podrán facilitarnos en gran medida el disfrute de nuestra embarcación durante las jornadas de ocio y recreo en altamar.

CALIDAD DEL COMBUSTIBLE

Repostar nuestro navío con combustible de poca calidad es siempre una mala elección en el medio y largo plazo.

En este punto, resulta imperativo destacar que, durante el periodo de invernaje de nuestra embarcación,  el depósito de combustible de un barco debe quedar lleno al máximo de su capacidad.

El objetivo fundamental de esta acción de prevención es minimizar los efectos que produce la evaporación de esta sustancia, reduciendo en la medida de lo posible los efectos de la condensación.   

A este respecto, los aditivos de combustible pueden ofrecernos grandes beneficios para reforzar el aspecto cualitativo del mismo.